Capítulo 2

Robert le enseña la casa a Félix. Los dos se miran a los ojos, están fascinados.
--¿y cuanto tiempo tenías pensado quedarte?
--No lo sé... por tiempo indefinido...
--y tus cosas...?
--pasé la noche en una pensión.
--¿y porqué no viniste directamente? Esta es la casa de tu padre y por lo tanto tu casa...
--es que no quería molestarles...
Robert desea acariciarlo como si fuera su padre pero no lo hace porque le da vergüenza, y es que a pesar que hace apenas unas horas que ha perdido a su marido, su instinto de hombre está en alerta ante ese joven tan guapo.
--tú no molestas... ¿cómo iba a molestar el hijo de mi marido...? con las ganas que yo tenía de conocerte...
Félix sonríe coqueto:
--¿usted me quería conocer?¿porqué?
--pues no lo sé... quería estar cerca de su hijo... Eres su sangre. No se.
--pero usted sabe que yo llevo el apellido de otro hombre, él es mi padre...
--lo sé, y no justifico a Rafael pero tampoco hay que juzgarlo. Ya la vida lo castigó, se murió cuando recién se conocieron... ¿hablaron verdad?¿que se dijeron?
--bueno, en realidad... --dice Félix nervioso.
No sabe qué decir para no herir a Robert y tampoco a Bart que detrás de él los escucha con atención.
--espero que no fuera mal... almenos que mi Rafael se muriera feliz por haberte podido abrazar... ¿no le guardas rencor no?
--No claro... --dice sinceramente.
Y es que la mirada de Robert  no entiende de rencores, mirándolo a los ojos no puede sentir odio.
--que bueno... mira este es el dormitorio de mi hijo Segundo... hay dos camas así que tu dormirás con él... espero que no te importe...
--no claro, pero no quiero molestar...
--si no es molestia... ahora cuando venga vais en su auto a recoger tus cosas de la pensión y ya te quedas aquí el tiempo que sea necesario.
--está bien --dice el chico muy excitado al pensar que estará tan cerca de ese hombre.
Van al comedor y mientras Félix juega con Bart .
-donde hay un enchufe? Necesito cargar mi celu.
Robert le va a preparar un jugo. Desde la cocina, Robert dice a Félix:
--al lado de la tele. Usa el fijo si quieres llamar a tu casa para decir que te quedas en casa de tu padre...
--no, ya está bien...
Robert sale con el jugo:
--tu madre seguro que estará preocupada, los padres siempre nos preocupamos...
A Félix se le escapan las lágrimas.
--dije algo malo? espero que a tu madre no le sentara mal la visita de mi marido... Ella ya rehizo su vida... Yo fui el que insistió en que Rafael te buscara, espero que tu madre no se molestara...
Félix mira a ese hombre con el rostro desencajado:
--¿¿¡fue idea de usted?¡
Robert no entiende el cambio de él:
--no me trates de usted... pero sí, Rafael nunca se habría atrevido, yo te localicé, yo quería hacer ese viaje con él pero no pude... me sentía mal... fue el destino. Hubiéramos muerto los dos tal vez.  Aunque no se si eso es bueno o no.
El dolor del viudo lo calma, le duele pensar que en cierto modo ese hombre es el responsable de la muerte de su madre y de lo que supuestamente le pasó a su hermano pero no lo puede odiar. Sabiendo que le pasa algo, Robert acaricia a Félix en su mejilla. El chico siente un escalofrío de placer por todo el cuerpo.
--¿qué te pasa?¿por qué tan triste? Yo no te quiero poner mal, pero me gustaría saber lo que hizo mi marido en sus últimas horas de vida y eso sólo me lo puedes decir tú.
Félix acaricia la mano de ese hombre con timidez. No lo puede lastimar y decirle que la última persona que vio a su marido con vida fue su hermano y porqué.
--dime, en confianza... ¿es que causó algún problema la llegada de mi marido? porque si fuera así la culpa sería mía y me sabría muy mal.
Félix sonríe con tristeza a ese hombre que lo fascina:
--bueno, en realidad apenas pudimos hablar...
--¿y eso?
Félix no puede evitar la amargura en su rostro:
--por favor, dime... pasara lo que pasara quiero saberlo... ¿se enojaron? -dice Robert con desesperación.
Félix tiene miedo que si  sabe que pegó a su padre lo rechace y le importa demasiado lo que  piensa de él.
--bueno... lo que pasa es que mi madre estaba enferma... del corazón... justo cuando llegó él había fallecido y no lo pude atender.
Robert lo lamenta sinceramente. Lo abraza:
--te acompaño en tu dolor, de veras que lo siento mucho...
Félix llora en silencio pero su pena no es tanto refugiado en esos brazos . Bart se le acerca y lo acaricia:
--no estés triste... te puedes quedar con nosotros... --le dice al niño.
Félix sonríe con tristeza. Él y Robert se aparta sofocados. Los dos piensan que eso tan "extraño" que les está pasando sólo le pasa al uno y no desea que el otro, y mucho menos Bart , se den cuenta de nada.
--¿así tu padre murió sin hablar contigo?
El rostro de Robert se llena de lágrimas y a Félix le duele que se ponga triste y por eso le miente y le dice:
--en realidad cruzamos pocas palabras... quedamos que yo lo vendría a buscar y por eso me dio su dirección... Yo no sabía que había muerto cuando llegué aquí me enteré de la noticia, por eso me fui a una pensión... No sabía si quedarme o no...
Robert lo abraza impresionado:
--¡perder a tus padres así, a la vez¡¡lo siento tanto, pero esta es tu casa y si ya tu madre no está... pues estoy yo... yo te cuido encantado... esta es tu casa... te puedes quedar a vivir aquí si quieres¡
Robert lo ha dicho sin pensar, luego Felix y Robert  se miran y suspiran. Bart salta contento:
--¡¡viva, tengo otro hermano¡¡¡y vamos a estar los 3 hermanos juntos¡¡
Robert y Félix no dejan de mirarse fascinados.

Segundo llega a la hora de la comida. Se sorprende al ver a un extraño jugando con Bart mientras Robert está en la cocina. Félix se levanta nervioso y se pone frente al hijo mayor de Robert.
--hola --dice Félix.
Segundo lo mira en silencio, pregunta con la mirada a su hermano quien es ese desconocido. Bart abraza a  Segundo y le dice:
--mira, es Félix, es nuestro nuevo hermano... va a vivir con nosotros...
--¿¿que es todo esto? --Segundo,
Félix no sabe qué decir. Robert sale de la cocina. Se la ve más animado y se ha quitado la camisa negra que llevaba y se la ha cambiado por un suéter rojo. En la mañana Segundo lo vio destruido y ahora no entiende porque está feliz.
--veo que ya has conocido a Félix... él es Segundo... mi hijo mayor...
Los dos chicos se dan la mano guardando las distancias.
--Félix es el hijo de Rafael... ¿tú no lo avisaste de que murió su papá?
--bueno, en realidad no supe cómo dar con él... --se justifica  Segundo-- lo siento.
--no importa --dice Robert-- ya está con nosotros... su madre acaba de morir.
--Vaya, pues lo siento... --dice Segundo dando un abrazo fraternal a ese chico.
Robert está encantado de que sus dos hijos se lleven tan bien con Félix.
--¿y te quedas a vivir con nosotros? -- Segundo.
--en realidad no sé, me vendrá bien cambiar de aires... pero no quiero molestar --Félix.
--no molestas nada... aquí tienes una casa y ojalá te quedes siempre... --Robert.
A Segundo no pasa desapercibido la manera en la que se miran y aunque no entiende bien sólo por ver a su padre tan feliz no le importa nada más.

En la noche,  Segundo y Félix están ya preparados para ir a dormir. Los dos están en boxers. Hablan de sus cosas, de lo que le gusta a cada uno, de chicos.
--asi también eres gay, que bueno. No me sentiré tan solo --rie-- es  broma pero me gusta que seas gay. Eso significa que eres listo y te gusta lo mejor.
Los dos ríen divertidos. Segundo podría verlo como hombre si no fuera porque sabe que su padre lo vio primero. Félix se siente incómodo pues teme que descubra que le gusta su padre. No imagina que eso es lo que quiere saber ya que vio a su padre demasiado interesado.
--así no tienes novio?¿pero te gustara alguno no?
--es que en mi pueblo pues no hay mucho para elegir... en verano he podido tener algún romance con algun turista que se perdía... pero nada más... Tú habrás tenido más suerte... ¿no?
--no creas... --dice Segundo con amargura.
En realidad Segundo no quiere hablar de él, quiere entender lo que está pasando entre su padre y Félix:
--¿y dime una cosa en confianza?¿alguna vez te has acostado con un hombre mayor, así como mi padre...?
Félix se atraganta sintiéndose descubierto mientras que Segundo no le saca los ojos de encima analizando su reacción.