viernes, 22 de mayo de 2020

Capítulo final














Félix se acerca a Robert y ante la mirada de Bart lo besa apasionadamente. Bart los mira raro pero no dice nada. Robert se aparta de él.
--Félix, por favor.
--mi amor –Félix cariñoso-- Bart ya sabe toda la verdad y no le importa. ¿verdad?
El hombre  está avergonzado ante su confundido hijo. Bart no sabe lo que tiene que decir. Le estira del brazo a iélix para que se agache, y cuando ya lo tiene a su altura le da un beso en la mejilla y le dice:
--te quiero mucho, cuida a mi papá.
Los dos se abrazan. Luego Bart abraza a su papá:
--te quiero mucho.
Luego el niño los mira a los dos y les dice:
--yo me voy a mi cuarto, a los papás hay que dejarlos solos.
Félix sonríe con ternura, Robert se incomoda. El pequeño entra en la habitación. Félix abraza a su amado:
--ya todo pasó, mi amor. Lo que más te preocupaba ya no es un problema. Ya no nos tenemos que seguir preocupando.
Félix lo quiere abrazar pero Robet  lo rechaza:
--¿qué es lo que te pasa?
El viudo  está muy triste. Le da la espalda porque no soportaría ver su mirada en ese momento.
--lo mejor es separarnos, todo el mundo está en contra de nuestro amor.
Todo se esperaba Félix menos eso, el rostro se le desencaja. Lo abraza por la espalda:
--no todo el mundo, no tus hijos. No la vida que nos pone al uno al otro. Estamos demostrando a todos que nuestro amor es fuerte. ¿qué más quieres?
Robert se aparta de él y le dice:
--por favor, me han humillado mucho por culpa tuya. Yo quiero una vida sin sobresaltos y contigo no es posible. Si de verdad me amas, no me busques. Déjame tranquilo. Te lo suplico.
--no me hagas esto --le suplica él con la voz rota.
Robert no lo mira:
--vete y no vuelvas.
El hombre se encierra en la cocina. LLora deshecho. Félix mira la puerta en la que está su amado con el rostro lleno de lágrimas y se va. Se va vencido.

Días después... Felix busca a Robert. No piensa renunciar a ese amor tan grande que siente.
--ya no me vuelvas a buscar. Respetame.
--solo he venido a darte algo.
Felix le muestra dos anillos. Robert no se esperaba algo así. Félix iba a besar a Robert pero el viudo  lo rechaza:
--Félix, esto es una locura.
El guapísimo chico sonríe enamorado:
--locura es que pretendes que sigamos separados cuando nos amamos?¡ Eso si es una locura.
--soy el viudo de tu padre --dice con el rostro lleno de culpa.
Felix acaricia el rostro de su amado, le besa las manos:
--eso se arregla fácil: cásate conmigo. Sé mi esposo
Robert suspira.
--¡Félix¡
El chico la mira enamorado:
--¿te quieres casar conmigo?
--estás seguro? te puedes arrepentir de unir tu vida a la mía.
--nunca he estado tan seguro de nada ¿y bien?¿nos casamos? –Félix con una dulce sonrisa.
Félix espera la respuesta impaciente. Robert se debate entre lo que quiere hacer y lo que siente que debe hacer. Aunque quiere decirle que sí, Robert no se atreve:
--como crees? mi esposo murió hace cuatro  meses.¿cómo crees que me voy a volver a casar tan pronto?¿qué dirá la gente?
Félix lo abraza con desesperación:
--vayámonos de barrio, que nadie sepa nada de ti, seremos sólo una pareja que nos amamos.
--pero es que seguimos siendo una pareja con mucha diferencia de edad.
Los dos se hablan con amor, Robert se reprime, Felix defiende su punto de vista con ansias.
--Quiero tener un hijo tuyo.
Robert se le ríe.
--eres un loco.
Felix está dispuesto a todo por ser feliz.
--dame esa dicha. Amo a Bart pero no lleva tu sangre. Tengo mi parte de la herencia de mi madre y quiero que busquemos un vientre y que tu seas el papá de mi hijo.
Robert lo mira lloroso. A Felix se le escapan las lágrimas.
--no te gustaría?
Robert hace que si con la cabeza:
--me gustaría mucho.
La emoción no lo deja hablar. Felix está entusiasmado. Tiene muchos planes para los dos.
--nos iremos de barrio, comenzaremos como una pareja.
Y Robert no puede renunciar a esta felicidad.
--es una locura. Tengo edad de ser abuelo.
--es la locura más hermosa de nuestras vidas.
Y Felix logra contagiar su entusiasmo a Robert. Sus ganas de disfrutar de ese amor.
Félix y Robert se funden en un abrazo y un beso.
--solo tengo una condición.
--la que quieras.
-quiero que nuestro hijo lleve tu sangre. Yo ya tengo a Segundo, quiero que tengas un hijo.
Robert y Felix hablan abrazados. El uno frente al otro. Se sonríen.
--hagamos una cosa. Que hagan la inseminación con el esperma de los dos. A lo mejor hay suerte y son dos.
Robert sonrie feliz.
--claro que si.
Robert y Felix están entusiasmados. No pueden ser más felices. No dejan de besarse y abrazarse.

2 años después...
Se abre las rejas de la cárcel y sale una mujer de unos sesenta años.
--¡¡Juana¡¡
Milo la está esperando.
--has cumplido tu promesa. No hubiera salido sin tu ayuda. Yo ahora cumpliré con mi parte.
Milo sonríe enloquecido.

Días después. Félix sale del trabajo.  De repente aparece una mujer encaprichada lleva  un arma, empieza a disparar pero no hiere a nadie. Se lleva a Félix a la fuerza al que mete en su carro.

La noticia corre como la pólvora.
--¡¡han secuestrado a Félix. Han secuestrado a Félix¡¡
Milo  tiene una fuerte crisis de nervios.
--¡¡no, no. Era a Robert. tenía que matar  a Robert, no a mi hermano¡¡¡

Mientras, Juana avanza a todo marcha. Tiene a Félix amordazado en la parte de atrás. Juana tiene muchos planes de futuro pero ninguno se les cumplirá ya que, al intentar adelantar con exceso de velocidad un camión, sufre un aparatoso accidente.

Robert en seguida se presenta al hospital con Segundo. No pueden ver a Félix pero le piden que vayan a ver el cadáver de la mujer que se llevó a Félix por si la conocen. Robert va solo. Tiene un mal presentimiento.
--esta es la mujer que secuestró a su marido --le dicen.
Sus malos presagios se cumplen.
--tú.
No esperaba que  Segundo estuviera detrás.
--la conoces ?
Robert no dice nada. Él insiste.
--¿¿quien es?¿¿quien es?
Robert mira el cadáver de Juana y dice:
--es tu madre, lo último que supe es que estaba en la cárcel por matar a su exnovio y a la pareja de éste.
Segundo mira a ese cadáver muy impresionado.
--ven, vamos. Vamos a ver a Félix –le dice Robert llevándoselo.

Al día siguiente, Félix abre los ojos está en una cama de hospital. Robert está a su lado. Sonríe aliviado.
--¿que me pasó? –aturdido.
Robert lo besa cariñoso:
--nada, ya nada importa. Estamos juntos y nadie nos hará daño.
Los dos se agarran de las manos. Esas en las que llevan sus alianzas de boda.

Por otro lado, Segundo observa de lejos el entierro de su madre que él ha pagado. No hay nadie. De repente se sorprende al ver a Milo acercándose a la tumba. Va hacia a él.
-me traicionaste, yo te ayudé a salir de la cárcel pero para que mataras al viejo no a mi hermano. Que bueno que te moriste. Y ahora quien me ayuda a separarlos?¡
--¿tú? tenias que ser tú el que estuvieras detrás de todo --le reprocha.
Milo está muy afectado:
--no era esto lo que yo planeé. No lo era.
Segundo lo mira dolido:
--no te quiero volver a ver.
Segundo se aleja. Milo lo llama. Él se para y lo  mira.
--a mi manera pero te quise.
-pudiste haber elegido ser feliz pero no lo has elegido y yo si seré feliz pero no contigo..
Segundo se va triste. Milo cada vez más a punto de caer en el abismo.

Dos días después, Robert y Felix van al aeropuerto.  Bart tomado de las manos de los dos. Feliz porque va a tomar un avión. El matrimonio no puede estar más feliz. Van a ser padres . Milo sale de la nada
--no te vas a llevar a mi hermano¡¡
Milo apunta con un arma a Robert. Felix lo protege con su cuerpo. La policía del aeropuerto ordena a Milo que suelte el arma. Milo va a disparar a la policía pero la policía lo acribillan a tiros quedando muerto en la pista ante los horrorizados ojos de su hermano. Robert protege a su hijo y mira triste a su amado.

Días después...Robert y Felix  están en la sala de partos.
--empuja, empuja --gritan los dos emocionados.
Es un niño y una niña. Ninguno de los dos contiene el llanto. Félix corta el cordón de la niña y Robert el del niño. Los dos están emocionados.
--te amo --dice Felix  feliz mirando a su amado.
--gracias, gracias por el regalo maravilloso de estos hijos –solloza Robert a la mujer que los ha llevado en su vientre
Felix  acaricia a su amado. No puede hablar.  Robert habla rota por la emoción:
--hoy es el día más feliz de mi vida.  Es un sueño.
Félix no deja de mirar con el rostro lleno de lágrimas a su esposo y a sus hijos. El matrimonio se abraza llorando de felicidad y sin dejar de mirar a esos dos bebés que son el fruto de su gran amor.
fin.





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