viernes, 22 de mayo de 2020

Capitulo 4



Robert se aparta de Félix:
--¿¿qué es lo que haces?
Su voz suena dura y por un momento Félix teme haberse equivocado:
--¡¡no lo vuelvas a hacer¡¡
Por un momento él teme que lo vaya a golpear, que todo se haya echado a perder pero se da cuenta que la mirada de Robert está llena de amor y eso lo tranquiliza:
--le gusto --dice para sí feliz-- claro que le gusto, le gusto tanto como me gusta a mi y yo haré que pierda su miedo.
Para apartárselo de él, Robert le da un plato y dice:
--llévalo a la mesa.
Felix lo mira enamorado:
--claro que sí.
Y al tomar el plato la acaricia de la mano. Siente como se estremece. La mirada del viudo es todo amor. Los dos se han enamorado contra cualquier barrera, lógica y pronóstico pero sólo Félix lo quiere aceptar. Robert se queda aturdido, no quiere reconocer que lleva ya al hijo de su marido muy dentro. Vibra de placer al acariciarse la zona del cuello que él besó. Lo ha disfrutado mucho. Félix entra sigilosamente y lo ve así y sonriendo y suspirando enamorado. A pesar que recién se conocieron, ya siente que no puede más y desea abrazarlo y besarlo y decirle que no sabe cómo pasó pero que lo ama y no puede vivir sin él pero aunque está seguro que a Robert le gusta  teme asustarlo así que prefiere aguantarse todo lo que puede. No se acerca al viudo a pesar que lo desea. Le enternece verlo recordando su beso con una sonrisa de enamorado:
--le gustó mi beso... estoy seguro... hoy sólo fue en el cuello pero pronto habrán otros... probaré sus labios... --piensa Félix.
Felix vibra solo de imaginárselo.
--¿llevo algo más? --pregunta  para que Robert se dé cuenta de su presencia.
Rober se sofoca, le da vergüenza pensar que él se haya enterado que le gusta:
--si ya lo puedes llevar todo...
Félix va entrando y saliendo de la cocina, se da cuenta que Robert está tenso, que no se atreve a mirarlo a los ojos, que se siente incómodo y decide que dejará pasar unos días antes de volver a seducirlo .
--no es cuestión de asustarlo --piensa -- que crea que sólo busco divertirme... si lo pierdo por precipitarme sería lo peor que me pasara nunca me lo perdonaré.
A pesar que Félix trata de sacarle conversación, Robert se mantiene muy distante y es que está demasiado concentrado en luchar contra los sentimientos cada vez más fuertes que se están afincando en su corazón y tienen como destinatario al guapo hijo de su marido. Se siente más tranquilo cuando ya se despierta Bart que se porta muy cariñoso con Félix y se ponen a jugar mientras esperan que se despierte Segundo. Durante el desayuno, Robert quiere que Félix ocupe el sitio que ocupaba su padre.
--de igual el sitio pero que no diga Segundo que le quito su lugar.
Robert ha querido que Félix ocupara el lugar de su padre para así tratar de dejar de verlo como un hombre y verlo como el hijo de su marido. Quiere verlo como un hijo pero a la vez le está dando el sitio al lado del de él. Se sentaran juntos. Le pone nervioso a Robert pero no puede cambiar de sitio sin llamar la atención de sus hijos. Y aunque demuestra que no se entera de nada,  Segundo ya se ha dado perfecta cuenta aunque tiene ciertas reservas de las intenciones de Félix lo que más le importa es que su padre parece otro desde la llegada de Félix a sus vidas. Robert se sienta a su lado, Félix no lo mira para no hacerle sentir mal pero si, seductor, le hace sentir sus piernas. Robert se pone muy nervioso porque le gusta y no quiere que nadie lo note. Robert está muy callado en la mesa.
--¿y qué?¿cómo dormiste en tu nueva casa? --pregunta  Segundo a Félix.
--muy bien.
--¿y te sentiste bien entre nosotros?
--si claro.
 Segundo mira a su padre y le pregunta:
--¿porqué tan callado? Luces muy bien, contento pero estás demasiado callado...
Robert no dice nada pero mira de reojo a Félix.
--espero que no te sientas incómodo por mi --pregunta Félix con cierta ironía--, ya sé que soy un recién llegado pero espero que me acepten en su familia...
Robert mira a los ojos a Félix y el uno queda atrapado en la mirada del otro. Los interrumpe Bart:
--¿verdad que te vas a quedar para siempre?
--pues no lo sé... ese depende de muchas cosas...
Robert se entristece, aunque siente que no debe tener nada con ese muchacho, no desea que se vaya. Con las mejillas encendidas, Robert dice:
--esta es tu casa... es la casa de tu padre... Me gustaría que sintieras que es tu casa...
--gracias, Robert. Son ustedes relindos y si no me gustaría tener que volver a mi pueblo todavía, me daría pena estar en esa casa sin mi mamá...
--¡¡te quedas, te quedas¡¡ --dice Bart .
Robert y Félix se miran con una sonrisa muy disimulada.  Segundo los está mirando muy serio.
--espero que a ti no te moleste, he invadido tu cuarto...
--Por mi está bien, tranquilo.
--Me gustaría pedirte un favor... --dice Félix a  Segundo.
--dale en confianza...
--sabes si donde trabajas necesitan a alguien? es que no quiero estar en esta casa de arrimado. Si voy a vivir aquí quiero ayudar...
--si claro... vamos juntos, hay vacantes y seguro que encontramos algo para ti ... --dice Segundo.
Félix, cada vez más dentro de esa familia, sonríe entusiasmado ya que es lo que quiere. Mira al nervioso Robert. Después del desayuno los dos guapos chicos, el hijo de Robert y el de Rafael, se van juntos. Antes Segundo se despide de su padre con un beso en la mejilla. Como tal cosa, Félix también besa en la mejilla a ese hombre. Por un segundo el uno se pierde en el otro. Ese beso lo han sentido los dos con intensidad. Bart se va con ellos ya que  Segundo siempre es el encargado de llevarlo al colegio. El niño está feliz entre sus dos hermanos.
--¿porque no hacemos algo todos juntos el fin de semana ?Quiero celebrar que ya se acaba la escuela y que tengo un nuevo hermano, me gustaría ir a la piscina con mis dos hermanos y mi papá?¿podemos?
Los dos miran a  Segundo. Félix desea salir de esa casa en la que Robert vivió con su esposo, verse en otro escenario.
--yo hablaré con papá, seguro que accederá...
--¿tu crees,  Segun?
Segundo mira fijamente a Félix y dice:
--de eso estoy seguro.
Félix se da cuenta que  Segundo sospecha lo que pasa. Lo mira con cierto miedo. No le gustaría tener un rival en él. No desea tener más obstáculos, de los que ya la situación en sí trae, para tener una relación con Robert. En la puerta de la escuela, Bart se despide de sus dos hermanos con un beso. Luego los dos chicos se quedan solos en el coche. Félix se siente incómodo, tiene miedo que le reclame. Segundo lo mira con intensidad para asustarlo pero no le dice nada. No le va a permitir que lastime a su padre pero si lo que sea que él le ofrezca lo hace feliz sí está dispuesto a aceptarlo.

Por otro lado, Robert se encarga de la tarea de la casa. La primera habitación en limpiar es la de los dos muchachos.  Segundo no se ha hecho su cama, Félix sí. Robert acaricia esa cama, desea sentir el olor de ese muchacho, la presencia de Félix. Como un adolescente abre los cajones para ver dónde el chico guarda su ropa. Sobre la cama quedó una camiseta sudada. Reconoce esa camisa: es la que llevaba al guapisimo hijo de su marido. Abraza esa camiseta y piensa en él, en el cuerpo semidesnudo de él, en sus labios besando su cuello, su mejilla. No parece un viudo que recién pierde a su esposo,  desea gritar que lo ama:
--¡¡¡eso no puede ser... no puede ser...¡¡¡
Suelta esa camiseta como si le quemara. Limpia el cuarto muy lentamente. Le gusta estar cerca de las cosas de ese muchacho. Mira los cajones de la mesita de noche por si dejó algo. Hay una foto de él con su madre.
-que guapo es, parece el hijo de un Dios... Nunca había visto a un hombre tan guapo. Ojalá nos hubiéramos conocido en otras circunstancias... ojalá fuéramos de la misma generación para yo poder dejarme guiar por este loco sentimiento que me está absorbiendo y vivir contigo lo que sea, durante el tiempo que sea... ¿pero qué dirían mis hijos si al poco de la muerte de mi esposo vivo un romance con un joven, con el hijo de mi marido? Además... ¿¿cómo un joven tan guapo como él se iba a fijar en mi?
Acaricia, mirando la foto, el rostro de él con deseo. Piensa en las miradas de él, en sus caricias, en que le besó el cuello:
--¿es posible que le guste?¿qué es lo que debe querer de mi? A caso le da igual que sea el viudo de su padre y me busque para un simple desahogo? ¿puede ser que sea algo más?
Le ilusiona pensar que ese joven pueda sentir algo serio por él. Sonríe enamorado:
--¿qué voy a hacer contigo?¿qué?
Va hablando sin dejar de mirar la foto:
--quisiera tener un foto tuya para que me acompaña en las noches... poder mirar tu rostro, decir que te amo cuando tú no estás...
Suelta esa foto:
--¿qué me está pasando?¿qué?
Sofocado sale del cuarto y mira la foto de su marido:
--¡¡tú tienes la culpa¡¡¡¿¿tú me lo enviaste?¡¡tu pudiste evitar que tu hijo llegara a esta casa para enamorarme¡
De repente un pensamiento lo llena de ilusión:
--será que es lo que quieres?
Él mismo se reclama:
--deja ya de comportarte como un tarado, el pobre Rafael debe estar retorciéndose en su tumba de rabia

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Capítulo final

Félix se acerca a Robert y ante la mirada de Bart lo besa apasionadamente. Bart los mira raro pero no d...